jueves, 15 de noviembre de 2012

Un cómico y fragmentado debate de seguridad


Cómico, fragmentado y a ratos caldeado, resultó el debate de seguridad realizado en el Concejo de Medellín el pasado 9 de noviembre. Tal vez fue por el señor bigotudo, de poncho y sombrero, que aplaudía y elogiaba a gritos a quienes hablaban con verraquera; o por los crudos y burlescos señalamientos de algunos ediles contra el secretario de seguridad y el personero municipal; o incluso por frases poco célebres, como la del concejal que prefiere “menos muertos y más extorsiones.” 

Aún en medio de ese ambiente, los diagnósticos fueron sensatos y dieron cuenta de una ciudad que requiere intervenciones integrales y que continúa afectada por los homicidios, las extorsiones, el desplazamiento, los hurtos y los grupos armados que se disputan el territorio y las rentas ilegales. Incluso los más reflexivos se refirieron a la pérdida de valores, la falta de oportunidades, el deterioro del tejido social y la descomposición familiar.

También hay que decir que la sesión transcurrió con cierto acomodo, dándoles prioridad a las autoridades y a los concejales y retardando la intervención de los invitados, quienes llegaron desde las nueve de la mañana y sólo pudieron hacer sus críticas hacia las cinco de la tarde, cuando ya varios ediles se habían marchado y no había casi nadie en las barras. 


Se encendió el debate

El debate sobre seguridad en Medellín empezó a enardecerse cuando comenzaron las intervenciones de los concejales. Pasado el medio día, el edil Luis Bernardo Vélez pidió la palabra para solicitar que les dieran paso a los invitados y para exigir una intervención del personero de Medellín, Rodrigo Ardila, de quien señaló tenía el derecho y el deber de presentar un informe sobre el tema de seguridad.

Ardila aceptó el llamado y en un corto recuento manifestó que la Personería viene acompañando a jóvenes y líderes sociales que tienen problemas de seguridad o vulneración de derechos humanos en las comunas 8, 10 y 13; así como en el corregimiento San Antonio de Prado.

Como lo decía usted honorable concejal, es un deber y una misión de la Personería velar por los derechos humanos, velar por la integridad de cada uno de los ciudadanos. Por eso desde esta misión que tenemos en la Personería Municipal, y en defensa de los derechos humanos, en el incremento que se viene realizando de la inseguridad en la ciudad de Medellín, en los diferentes barrios, comunas y corregimientos, la Personería viene haciendo un acompañamiento a los líderes y jóvenes de las diferentes comunas que vienen siendo amenazados y que vienen sufriendo problemas de inseguridad”, expresó Rodrigo Ardila.

Posteriormente el concejal Luis Bernardo Vélez, aseguró que lo dejaba muy preocupado el informe del personero Ardila. “Él acompaña, pareciera que fuera un escolta. Acompaña al Limonar, a la comuna 8… Es que lo que necesitamos es un personero que asuma una función desde el Ministerio Público y no solamente acompañe, sino que nos dé cuenta a los ciudadanos de cómo está el tema de los derechos humanos en esta ciudad (…) Y nosotros –los concejales- tenemos el deber de hacer control político independientemente de sí apoyamos o no a un alcalde.”

Pero el secretario de seguridad, Eduardo Rojas, tampoco se salvó de las críticas y mucho menos de las insistentes solicitudes de algunos ediles para que renuncie a su cargo. Entre ellos el concejal Jesús Aníbal Echeverri quien le propuso que se trasladara a otra secretaría.

“Zapatero a tus zapatos. Usted no tiene el perfil ni el mando, ni la autoridad ni el carácter; yo no lo veo que usted sea un líder verraco para decirle al comandante de policía esto es por aquí… Usted  no es. Ni usted sabe el sistema cultural de los bandidos. Este debate inclusive es para hacerle un favor a usted, al alcalde, a la ciudad. (…) La presentación que hizo el general Yesid, excelente, hacia allá tenemos que ir en materia de corresponsabilidad, usted no lo hizo”, manifestó Jesús Aníbal.

Incluso el edil Bernardo Alejandro Guerra Hoyos, presidente del concejo, reprochó la labor de los actuales directivos de la Vice alcaldía de Seguridad, de las Secretarías de Gobierno y de Seguridad y de la Empresa de Seguridad Urbana, aduciendo que cuando hay un problema ninguno de esos funcionarios aparece; “ninguno da explicaciones y si las da son absolutamente flojas y gagueantes.”

Además Guerra Hoyos se atrevió a ir más lejos, al criticar el perfil de Eduardo Rojas en la red social Twitter. “Usted tiene en su Twitter: Eduardo Rojas. Escarabajos, rock, chocolate y mucha tecnología, ingredientes para un buen sancocho VERDOLAGA. Pues, ¡muy light! Excesivamente light que uno ni siquiera reconozca en su cuenta de Twitter que es el secretario de seguridad de Medellín (…) Usted todavía no se la cree que es Secretario de Seguridad de Medellín, no se la cree, y lo grave es que la gente no le copia”, criticó Guerra Hoyos.

Quien en cierto modo le brindó respaldo al secretario de seguridad, pero pidiéndole más compromiso, fue el concejal Robert Bohorquez, quien manifestó: “El doctor Eduardo Rojas me parece un hombre serio, inteligente, hábil (…) Y simplemente le digo, si usted continúa en el cargo hay que untarnos más. Es muy importante hablar de los planes a futuro, las acciones ciudadanas y la tecnología que se tiene que tener, pero hay que untarnos más, tener un conocimiento de esos grupos delincuenciales y meternos hasta allá como está haciendo el general.”

De paso, Roberth Bohorquez exaltó la labor del alcalde, Aníbal Gaviria, en relación con la reducción de homicidios. “El alcalde no descansa, es un hombre que trabaja bajando el índice de homicidios en la ciudad de Medellín. Un 26% es muy alto, es una cifra demasiado alta, hay que reconocerlo. Hoy en Medellín van 1.078 homicidios, el año anterior existían 1.447. Realmente si me preguntan a mí yo prefiero tener menos homicidios y más extorsión, porque las vidas no tienen precio, son seres humanos que estamos perdiendo.”

Pero en el tema de homicidios el edil Fabio Humberto Rivera manifestó que hay una situación preocupante, pues “el 48% de las víctimas son menores de 26 años. Preocupante, que de los homicidios, 117 hayan sido cometidos dentro de la casa. (…) Y hay que estar alertas cuando las comunidades dicen en un barrio que se están entrando mucho, están atracando, están violentando las puertas, están amarrando en el baño. A eso hay que hacerle seguimiento e inteligencia señor Secretario de Seguridad y señores de la Policía.”

Fabio Humberto también expresó su preocupación porque cinco comunas de la ciudad, San Javier, El Centro, Villa Hermosa, Aranjuez y Belén, cargan con el 45% de los homicidios de la ciudad, por lo que según él requieren un mayor trabajo de la fuerza pública sin descuidar otros sectores de la capital antioqueña.


Intervención - reacción

“Tan importante está la seguridad que toda la coalición habló de seguridad y el debate lo citó la coalición. Cómo estará de grave la seguridad.” Con esta expresión irónica, empezó su discurso el concejal Juan Felipe Campuzano, cuyas declaraciones, cargadas de sarcasmo, giraron en torno al fortalecimiento de la fuerza pública y a la necesidad de acciones contundentes por parte de la administración municipal.

“No todos pensamos ni como el alcalde, Aníbal Gaviria, ni como esta administración. Ganó con un 33% de los votos. Hay otro 67% que no le creemos y que necesitamos seguridad. Y no pa` mañana ni pa` dentro de 15 días, sino pa` ya. No que dependen del enfoque del debate, claro eso depende del enfoque: cuántos cargos burocráticos tengo y ese es el enfoque que le damos aquí”, aseveró Campuzano.

Además el edil también criticó los presuntos nexos de algunos políticos con delincuentes. “Mis enemigos son absolutamente los mismos enemigos de todos, los narcotraficantes, los homicidas, los criminales… La única diferencia que hay aquí es que yo no estoy dispuesto ni a escucharlos ni a coexistir con ellos. Yo no tengo nada que hablar con bandidos, ni como ciudadano ni como político. Y no entiendo porque hay políticos que se empeñan en escuchar bandidos, en someterse a bandidos y en generarles oportunidades.”

La intervención de Campuzano despertó la reacción del edil Jefferson Miranda, quien luego de hablar sobre la necesidad de estrategias integrales para la comuna 13, defendió al secretario Eduardo Rojas, refiriéndose con ironía a su compañero.

“Yo si quisiera de entrada decirle al secretario de Seguridad, aquí el problema no es de sí es usted o Pedro. Vea ahí podemos poner hasta a Campuzano… no le interesa, quiere ser alcalde, pero no le interesa por el momento”, señaló Miranda.

Más adelante, el edil Jefferson volvió a dirigirse a Campuzano, reprochándole la forma cruda como se refirió a la seguridad en Medellín. “Es que es así de sencillo, Campuzano el día que usted sea alcalde, si va a ser alcalde, lo que está diciendo hoy va a afectar esta ciudad que usted va a querer internacionalizar para la economía de esta ciudad.”

Para concluir sus reproches, el concejal Miranda expresó: “Yo sí creo y le apuesto siempre a modelos en los que el Estado sea el único que tenga el control total de las armas y que no avancemos en esos discursos radicales que permiten que los ciudadanos busquen armarse y que los ciudadanos o ataquen al Estado o busquen apoyarlo desde el paramilitarismo.”

En respuesta, el edil Juan Felipe Campuzano manifestó que “el problema del desarme es que se desarman los buenos” y  aseguró que en el hipotético caso de que algún día sea alcalde de Medellín, no se gastará “un solo peso internacionalizando y pintando la fachada de una ciudad que por dentro está podrida.”


Una mañana adormilada

Pero el debate no fue candente todo el tiempo. De hecho la mañana transcurrió en medio del letargo que suelen causar la presentación de balances de resultados y de planes de acción de las autoridades locales.

El primero en intervenir fue el secretario de seguridad, Eduardo Rojas, quien se refirió a la estrategia de trabajo que desarrolla su dependencia, de acuerdo con el plan de desarrollo, e hizo un especial énfasis en la importancia de las cámaras de vigilancia para combatir la delincuencia.

El funcionario explicó que Medellín cuenta actualmente con 383 cámaras de seguridad, contando las 239 que tenía la ciudad, en 2011, y las 144 que han sido instaladas en 2012. Estos dispositivos han posibilitado la captura de 140 personas entre enero y octubre del presente año, reveló Eduardo Rojas.

El secretario de Seguridad también destacó el importante aporte de 32 mil millones de pesos que la administración municipal les hace a los organismos de seguridad y justicia de la ciudad, e indicó que los homicidios en la capital antioqueña han disminuido en un 26.2%. 

Por su parte el comandante de la Policía Metropolitana, general Yesid Vásquez Prada, presentó un completo balance de resultados que duró más de una hora. En su intervención el alto oficial resaltó la labor de su institución en la comuna 8, oriente de Medellín, una de las más afectadas por el conflicto en los últimos años.

En junio de este año en la comuna 8 “había 23 objetivos, hoy tenemos individualizados a 17 de esos delincuentes, capturados tenemos a 10 que ya están en la cárcel, muertos hay 2 y de recompensa sólo hemos pagado 3 millones de pesos (…) No todo es plata, esto demuestra que la ciudadanía está harta de la delincuencia”, explicó el general.

Sin embargo Vásquez Prada afirmó que la situación de violencia en Medellín, es un problema histórico, de más de 40 años, que difícilmente puede ser resuelto durante su comandancia. En ese sentido, el general también se refirió a las condiciones de inseguridad en el centro de la ciudad, donde dio a entender que además de las acciones policivas se requiere un trabajo social de fondo.

“En este problema de la prostitución infantil que hemos propuesto: crear una Unidad Permanente de Justicia, un centro de cultura, de formación, de educación. En el tema de las basuras le decía yo al señor alcalde, es un tema de reunir a unos recicladores, formarlos y capacitarlos para que eso se convierta en un ingreso para esas familias. (…) También el tema de los vendedores ambulantes, retirarlos de la calle pero dándoles una opción. Es decir, esto realmente tiene un tema social, un tema de oportunidades para todos…” Planteó el general Vásquez.

De acuerdo con el general, estas propuestas están contempladas en el plan integral de intervención del centro, que él mismo le presentó al alcalde, Aníbal Gaviria, quien le habría dado valor agregado.


Y al final hablaron los invitados

El momento de los invitados llegó mucho después de las dos intervenciones del concejal Luis Bernardo Vélez solicitando que les dieran la palabra. La primera en hablar fue Diana Barajas, directora del Observatorio de Derechos Humanos del Instituto Popular de Capacitación, quien se refirió a las amenazas contra líderes artísticos de la comuna 13.

“67 personas tuvieron que salir de la comuna como medida de protección y prevención, porque desarrollan una labor social y cultural en un territorio. En ese sentido esto tiene unas connotaciones diferentes”, expresó Barajas.

Sobre los mecanismos de protección, la defensora de derechos humanos manifestó que en Medellín no se han establecido claramente las rutas y que todo se remite al Ministerio del Interior. Por eso planteó que es necesario “formalizar, en lo local, los protocolos para la atención de este tipo de casos y prever situaciones como éstas que son de tipo colectivo.”

La investigadora del IPC advirtió además que en la comuna 13 se podría iniciar un desplazamiento gota a gota y reveló que aunque los líderes solicitaron puestos de vigilancia y patrullajes constantes en varios sectores, esas medidas aún no se han hecho efectivas en algunos lugares.

Para superar la problemática de seguridad en la comuna 13, así como en otras zonas de la ciudad, Diana Barajas planteó que es indispensable atender los problemas de exclusión, empezar a trabajar con las nuevas generaciones de niños y jóvenes y recuperar la legitimidad del Estado.

“La gente no denuncia porque le tenga miedo a los combos únicamente, también le tiene miedo a la institucionalidad que hay allá, porque no es un Estado legítimo el que está en la comuna 13. Ahí hay un problema muy grande, que el Estado recupere su legitimidad y que llegue con una presencia diferente a la militar”, concluyó Barajas.

Por su parte, Julián Marín, líder juvenil de la comuna 13, planteó que la seguridad debe humanizarse y no debe ligarse únicamente a la presencia de la fuerza pública. “En el tema de la seguridad se debe entender que, territorial y poblacionalmente, es diferente hablar de seguridad para las y los jóvenes, para los niños y niñas, para las mujeres y para la comuna 10 ó la 13 ó la 1.”

Además Julián Marín refirió una débil actuación por parte del personero de Medellín, Rodrigo Ardila. “El personero sabe de algunas situaciones de amenazas y de atropellos por parte de la fuerza pública, particularmente el 22 de octubre, un día después del asesinato de dos policías en El Salado, parte alta, pero eso no se discute en estos espacios, eso es un tema vedado. Además el personero también se comprometió con plantear un pronunciamiento público sobre esta situación y hasta el momento seguimos esperando.”

Entre tanto, la intervención de Fernando Quijano, director de la Corporación para la Paz y el Desarrollo Social (CORPADES), estuvo centrada en el peligro que representa la presencia de la banda criminal Los Urabeños en Medellín y el Valle de Aburrá.

“Estamos hablando de una organización militar, con una composición de ex policías, ex miembros del ejército, ex guerrilleros, ex paramilitares y paramilitares que dejaron guardados en la reserva para después surgir nuevamente. Estamos tratando con una estructura que tiene una logística peligrosa, en crecimiento; controla puertos, aeropuertos, golfos y tiene alianzas con los carteles de la droga mexicanos”, explicó Quijano.

El director de CORPADES también hizo una grave denuncia acerca de la forma como las estructuras criminales han cooptado una parte de la institucionalidad de Medellín. “Lla nómina paralela sí existe y está metida en este asunto. Y la nómina paralela se llama un sector, no toda la policía, no todo el ejército, no toda la institucionalidad, sino un sector que está pagado por la mafia.”

La conclusión de Fernando Quijano fue tajante y dejó una clara inquietud sobre la real problemática de seguridad y criminalidad en Medellín: “Ese sector -cooptado por la mafia-  es el que no ha dejado que esto, realmente, tenga solución.”

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