Un
eventual escenario de pos conflicto en Colombia debería garantizar soluciones para
problemáticas como la tenencia de la tierra, el impacto de la minería a gran
escala, la superación de la inequidad y la reparación integral de las víctimas.
Estos fueron algunos de los planteamientos,
hechos por diferentes sectores de la sociedad civil, durante el Diálogo Social y Político por la Paz –
Antioquia Habla, realizado en el recinto de la Asamblea Departamental.
De
fondo, el mensaje fue el de construir una paz participativa e incluyente, que
tenga en cuenta a los sectores más vulnerables de la población y atienda de las
necesidades históricas de la ruralidad colombiana. Una paz que se extienda a
todo el país, resolviendo las dificultades coyunturales de cada región y
comunidad.
“La
salida negociada del conflicto es nuestra apuesta, pero sin condiciones.” Con
ese planteamiento Ángela Salazar, representante de la Mesa Departamental de
Víctimas de la Sociedad Civil, expresó la necesidad de que el proceso de paz llegue
a acuerdos sólidos y de que se cumplan todos los compromisos, en especial el de
revelar toda la verdad.
“En
Colombia hay un fenómeno particular y es que éste el conflicto armado más largo
que se ha tenido en toda América, y hemos empezado a trabajar el tema de la
negociación a retazos, pero nunca se ha tocado el tema de una verdad
contundente, de esa verdad histórica”, manifestó Ángela Salazar.
Además,
esta líder aclaró que el compromiso no sólo debe ser de la guerrilla de las
FARC, “sino también del Gobierno que, de igual forma, debe aportarle a esa
verdad” y agregó que las víctimas “tener representatividad y participación en
esta mesa de diálogo.”
De
otro lado, William Carupio, presidente de la Organización Indígena de Antioquia
(OIA), recibió con satisfacción el espacio de diálogo convocado en la región
antioqueña, al considerar que es un primer paso para que la sociedad empiece a
incidir en el proceso de paz exponiendo los temas que le preocupan.
En
su intervención, Carupio habló sobre la necesidad de que se respeten los
territorios de los indígenas, los cuales han sido utilizados como espacios de
guerra por los diferentes actores armados, poniendo en riesgo la vida de los
nativos.
Otra
situación que preocupa al presidente de la OIA y que, según él, debería ser
analizada en un escenario de pos conflicto, es la incidencia de la minería a
gran escala en las comunidades indígenas.
“Cuando
se habla de paz también debería incluirse la minería y la afectación que causa
en los territorios indígenas”, expresó Carupio al señalar que, en varios de sus
territorios, las trasnacionales y las grandes empresas mineras han venido
desarrollando sus actividades sin el consentimiento de los indígenas.
Por su parte, el coordinador regional
de la Asociación Tierra y Vida, Carlos Paez, declaró que ve con esperanzas el
proceso entre el gobierno y las FARC, porque “creemos es que sí hay una
verdadera salida negociada de paz, nosotros como reclamantes vamos a tener una
oportunidad mayor de cara a la restitución.”
Sin
embargo, el líder de tierras mostró su preocupación por los otros grupos
ilegales, principalmente de narcotráfico y bandas criminales, que continuarían
delinquiendo en el país, a pesar del proceso con las guerrillas. Por eso le
hizo un llamado al gobierno, para que busque la desmovilización de todas las
organizaciones armadas; “porque si se desmovilizan unos y se quedan otros, la
sociedad civil sigue sintiendo y sufriendo la guerra.”
Para
finalizar, Carlos Paez, destacó la importancia del espacio de diálogo regional
por la paz, que se abrió Antioquia. “Es que acá está viviendo la gente que ha
sido realmente afectada por estos grupos, de una y otra parte, entre el fuego
cruzado. Entonces queremos que el gobierno nacional tenga en cuenta las
sugerencias que hacemos nosotros como sociedad civil y como víctimas del
conflicto.”
Justamente,
la participación de la sociedad civil es uno de los aspectos más importantes en
la construcción de una paz duradera, en un eventual escenario de pos conflicto.
Así lo explicó Diego Herrera Duque, presidente del Instituto Popular de
Capacitación, una de las organizaciones que convocó este espacio.
“Si
el acuerdo inicial de terminación del conflicto logra llegar a feliz término,
se abriría un espacio de discusión frente a las agendas de paz en el país y es
fundamental que Antioquia, por la participación que ha tenido en la guerra, tenga
una iniciativa política y un liderazgo para asumir este tema en un escenario
posterior”, señaló el líder social.
Herrera
Duque indicó que además que otra de las intenciones de este diálogo regional
por la paz, es “dejar instalada la discusión frente a la posibilidad de
desarrollar los concejos territoriales y municipales de paz, que están contemplados
en el sistema nacional de paz desde la época del ex presidente Samper y que, pensamos,
hoy son una buena oportunidad como mecanismo de interlocución entre gobierno,
autoridades y sociedad civil.”
Autoridades
regionales deben unirse en torno a la paz
Una alianza entre la Asamblea
Departamental de Antioquia y el Concejo Municipal de Medellín para trabajar el
tema de la paz, planteó el concejal de la capital Antioqueña, Luis Bernardo
Vélez, quien señaló que “este asunto no es sólo de Medellín y el Área
Metropolitana sino de toda Antioquia, porque la suerte de la ciudad está ligada
al departamento.”
Para el concejal, “este
tipo de encuentros deben servir para plantear una agenda común que ponga a
conversar a Medellín con los municipios de Antioquia en pleno, al Concejo de la
ciudad con la Asamblea Departamental y a los actores sociales, como las mujeres
que han sido las mayores víctimas de este conflicto; los discapacitados; los
indígenas y los afros...”
El edil hizo énfasis en que es
necesario romper las condiciones de pobreza y desigualdad que afectan a la
región, y en el general al país, para garantizar una paz duradera porque, según
planteó, la guerra no termina con la dejación de las armas.
En ese sentido, Luis
Bernardo apoyó la iniciativa de reactivar los concejos departamentales y
municipales de paz, “que tendrían que apuntar a definir cuál es el escenario, o
el campo favorable, para encontrar en la paz mucha más equidad y justicia
social.”
Un
balance favorable
Como una jornada muy
positiva calificó el diputado Edison Muñoz Ciro, integrante de la Comisión de
Paz y Derechos Humanos de la Asamblea de Antioquia, la instalación del Diálogo
Social y Político por la Paz. Este fue el balance entregado por el edil:
Primero la participación de las organizaciones de la sociedad civil, las
organizaciones de jóvenes, víctimas y mujeres, etc., enriqueció el debate y lo
llenó de altura. Creo que ese fue un aspecto muy positivo.
Lo segundo es que, en general, todas estas personas manifestaron: “listo
que realicen la negociación con la agenda pactada, pero que se reconozca la
necesidad de reconocer los derechos de las víctimas y de repararlas
integralmente.”
Tercero salió la propuesta del concejal –Luis Bernardo Vélez- de
realizar una acción conjunta entre Concejo y Asamblea. Bienvenido eso.
Lo cuarto es que ya recibimos una comunicación del gobierno nacional
donde reconocen el evento y nos piden que les informemos y participemos. Ese
era uno de los objetivos, integrarnos al proceso nacional.
Y quinto, la voluntad de la asamblea de pronunciarse ante el gobierno
nacional y de darle continuidad a este proceso.
A mí me pareció que fue muy positivo lo que logramos, fue estratégico,
tomamos un liderazgo a nivel nacional como departamento y le dimos toda la
relevancia a las organizaciones de la sociedad civil.
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