Varios cuestionamientos al actual plan
de desarrollo de Medellín hizo la Veeduría Ciudadana, luego de evaluar los primeros
diez meses de gestión del alcalde, Aníbal Gaviria Correa. La crítica central radicó
en la carencia de indicadores, lo que dificulta el control sobre el uso de los
recursos públicos y sobre los impactos que deberían tener los programas de la
administración municipal.
La dificultad con los indicadores se
había evidenciado durante los debates para la aprobación del plan, en el Concejo
de Medellín. Pero aunque se hicieron algunos ajustes, la hoja de ruta actual
aún no contaría con las especificaciones necesarias para medir su efectividad.
“Como el plan está planteado a nivel
de programas uno podría decir que puede existir una flexibilidad en el
cumplimiento de las normas y, los indicadores, también permiten que haya flexibilidad
en su cumplimiento”, indicó el veedor Martín Román Cárdenas, investigador de la
Corporación Penca de Sábila.
Román Cárdenas aseguró que el plan de
Aníbal Gaviria se raja en tres elementos fundamentales: desarrollo, seguridad y
sostenibilidad. “En desarrollo porque no le apunta a la reducción de la
inequidad; en seguridad porque sigue habiendo miedo y terror, lo que está
pasando en las comunas 13 y 8 es un ejemplo de eso; y en sostenibilidad porque
las inversiones no garantizan la sostenibilidad ambiental de Medellín, seguimos
en deuda.”
Varias de las alertas de la Veeduría
se hicieron sobre programas banderas de la administración como las alianzas
público-privadas, el Cinturón Verde Metropolitano, el Parque Vial del Río
Medellín y las 100 mil 400 soluciones habitacionales contempladas en el plan. También
se cuestionó el actual proceso de reestructuración administrativa que realiza el
gobierno local.
Las observaciones fueron presentadas
en un acto público ante organizaciones sociales y comunitarias de la ciudad y
por primera vez, en los 15 años de existencia de la Veeduría, no hubo presencia
de ningún secretario de despacho de la Alcaldía de Medellín. El colectivo ciudadano
lamentó esta situación y aclaró que la invitación fue enviada con antelación y
por escrito a la administración municipal.
Durante el evento, la Subdirectora de Información
del Departamento Administrativo de Planeación, Ana Catalina Vanegas, ofreció
excusas por la ausencia del director (e) de Planeación, Rodrigo Toro, de quien
dijo se encontraba en un debate en el Concejo Municipal.
Pero, a propósito del Departamento de
Planeación, hay que decir que la inestabilidad de sus directivas preocupa a la Veeduría, pues en sólo 10 meses han sido cambiados tres
directores de esa dependencia, según recordó Martín Román, antes de expresar sus
inquietudes frente a la reestructuración administrativa.
Este proceso contiene la creación de
seis vice alcaldías; la implementación de estrategias de tele trabajo, para 302
funcionarios de la administración; la creación de 567 nuevos empleos y podría
generar el retiro de unos 400 empleados de las secretarías de Medio Ambiente y
Obras Públicas, que se fusionarán a la de Infraestructura Física.
¿Reestructuración
o burocracia?
La reestructuración administrativa,
como una facultad extraordinaria que le otorgó el Concejo de Medellín al
alcalde, Aníbal Gaviria, y que no estaba contemplada en el plan de desarrollo,
es una potestad que llama la atención de la Veeduría, en cuanto podría tener
implicaciones en la gobernabilidad de la ciudad y en el incremento de los
gastos administrativos.
Frente al tema de la gobernabilidad, Martín
Román planteó que hay una pregunta por la razón de ser de las vice alcaldías y
por la función que van a cumplir. “Incluso la pregunta es, por ejemplo, la vice
alcaldía de gestión territorial que relación va a tener con el departamento de
Planeación.”
Además, Román Cárdenas planteó que
esta reestructuración implicaría un aumento en los gastos de funcionamiento. “El
techo es más o menos de un 40% en los gastos de funcionamiento, entonces llegar
a ese 40% implica reducir presupuesto de la inversión social. La pregunta de la
Veeduría es cuáles son los gastos reales de funcionamiento y eso que implica
para la inversión en la ciudad.”
Por esta razón el veedor afirmó que la
alerta de la Veeduría “es que la reestructuración administrativa podría ser un
ajuste de cuentas burocráticas, más no responde a un modelo de desarrollo de
ciudad y a una construcción de una ciudad más incluyente, sostenible y participativa.”
Desarrollo e
inclusión, temas críticos:
Otras de las alertas que hizo la
Veeduría Ciudadana al Plan de Desarrollo de Medellín, se enfoca en lo que esa
colectividad denominó temas críticos, tales como el desarrollo y la inclusión, donde
la gran deuda de los gobiernos locales sigue siendo la equidad.
De esta manera lo planteó Soledad
Betancur, investigadora del Instituto Popular de Capacitación, quien expresó
que “el tema de la calidad de vida y del desarrollo humano
aparecen como referentes, pero la distribución de la riqueza no aparece como
camino.”
Según la Soledad,
aunque el índice de pobreza en Medellín ha disminuido 17 puntos, entre el 2002
y el 2011, “cuando se mira el Índice de Calidad de Vida Multidimensional, la
brecha entre la comuna más pobre, El Popular, y la más rica, El Poblado, es de
45 puntos. (…) Si uno mira ese diagnóstico uno diría, los retos tienen que
afectar el tema de la redistribución de la riqueza.”
Pero de
acuerdo con la veedora, cuando se analizan las estrategias y los componentes
relacionados con desarrollo e inclusión, en el actual plan de desarrollo, “uno
ve que van a apuntar fundamentalmente a continuar bajando los indicadores de
pobreza y mejorando los indicadores de la calidad de vida.”
En cuanto al
tema de educación, Soledad expresó que faltarían acciones más contundentes para
romper las diferencias que existen, en materia de calidad, entre las
instituciones públicas y privadas. No obstante, la analista consideró que la
administración hará una importante inversión en este componente que cuenta con
el 45% del presupuesto, lo cual representará una inversión superior a los 3
billones de pesos.
De otro lado,
la investigadora del IPC, llamó la atención sobre la estrategia de las alianzas
público privadas y aseguró que la veeduría le hará un seguimiento especial a
este programa bandera, particularmente en lo relacionado con EPM y el servicio
de energía. La veedora manifestó que la pregunta es por el patrimonio público.
Para explicar
su preocupación, Soledad Betancur recordó que EPM es una empresa pública con
una cobertura del 100% en energía y con un servicio de calidad, que hace importantísimos
aportes de sus ganancias al presupuesto del municipio. Por eso, no se explica
por qué el plan contempla “una alianza público privada que propone entregar la
energía y vender activos privados. Yo tengo una pregunta, qué está pensando el
actual gobierno con respecto a la defensa de un patrimonio público como EPM.”
De acuerdo con
el Plan de Desarrollo de Medellín, algunos de los sectores en los cuales se
pueden desarrollar proyectos mediante alianzas público privadas son: “agua:
suministro, conducción y tratamiento; residuos sólidos: recolección de plantas
(…); energía: mejora en la prestación de los servicios y el aseguramiento de
la oferta a largo plazo, a través de la venta de activos en el sector y la
entrada de operadores privados.”
Seguridad,
DH, cultura y participación
Sin duda el tema de la seguridad y la
convivencia es uno de los asuntos que más preocupa a los medellinenses. Sobre
este componente, el director de la Corporación Región, Max Yuri Gil, manifestó que
existe un avance importante al crear una secretaria específica de seguridad,
sin embargo consideró poco efectivo el enfoque tecnológico que se le está dando
a esta dependencia.
Max Yuri
explicó que “por ejemplo, el centro es el sitio de la ciudad con la mayor
concentración de dispositivos tecnológicos, cámaras y todo, y los incidentes
que ocurrieron en el centro –por las protestas de venteros ambulantes- demostraron
los límites que eso tiene.”
El veedor agregó
que “además la Alcaldía anunció un plan de choque para el centro de la ciudad,
lo que demuestra que ni las cámaras ni el plan cuadrante, que funcionan a la
perfección en el centro, son dispositivos adecuados. Pero la Alcaldía insiste
en eso.”
De igual forma, el director de Región aplaudió
la creación de la subsecretaria de Derechos Humanos porque según él ofrece
mayores posibilidades de interlocución y debate, pero dejó claras sus
inquietudes frente a otros temas como la situación de las víctimas, en el cual afirmó
que se ha debilitado el enfoque y el liderazgo institucional en pro de la
verdad, la justicia y la reparación.
Además “tenemos
una gran preocupación por el tema de la Casa de la Memoria, que había sido un
poco el emblema de construcción de dispositivos de memoria donde combinábamos
la oferta institucional con la demanda de grupos de víctimas. La Casa de la
Memoria ha tenido a lo largo del año muchas dificultades, la obra se ha
suspendido en varias ocasiones y no hay una dirección de la Casa de la Memoria”,
reclamó Max Yuri.
Por otra
parte, el director de Región expresó que en el tema de participación ciudadana,
es necesario mantener los avances que traía la ciudad en programas como
presupuesto participativo y planeación local, pues para el veedor aún existen “dudas
sobre cómo se va a articular todo el sistema de planeación con las jornadas por
la vida, los planes locales, el presupuesto participativo y las reforma del Plan
de Ordenamiento Territorial.”
Y por último, en
el tema de cultura ciudadana, Max Yuri indicó que les preocupa la disminución
de los recursos asignados para este campo e insistió en la necesidad de
fortalecer acciones culturales relacionadas con la promoción de la convivencia
y la construcción de valores. Además criticó el modelo de espectáculo que se le
ha dado a este componente.
De esta forma
lo expresó el veedor: “Hemos señalado en el pasado la preocupación que nos
asiste, en cuanto a la implementación en la ciudad de un modelo de cultura
ciudadana que está muy basado en el espectáculo; un poco los grandes eventos,
seguir creyendo que el centro de la cultura ciudadana es traer artistas de alto
renombre. Eso permite fortalecer la imagen de una ciudad globalizada y que se
vende, pero va en detrimento de la construcción de otras prioridades.”
Como estas, la Veeduría hizo otras
observaciones que se espera sean bien acogidas por la administración municipal
con la idea de mejorar la ejecución del plan de desarrollo local, 2012-2015.
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