Preocupadas están las directivas de la Institución
Educativa Eduardo Santos, en la comuna 13, occidente de Medellín, por la
elevada tasa de movilidad o deserción escolar que se ha registrado este año, en
la mayoría de los casos a causa del conflicto entre combos.
Las fronteras ilegales, las amenazas y los
desplazamientos forzados intraurbanos, serían algunas de las principales
razones que estarían motivando esta situación. Sólo entre el 14 y el 31 de
enero de este año 256 estudiantes cancelaron matrícula.
Además de los dos mil 200 alumnos, que en promedio estudian
cada año en esa institución, apenas mil 800 iniciaron el año escolar. Y aunque a
la fecha ya se contabilizan mil 880 estudiantes, aún habría un déficit cercano
a los 300 escolares.
El revelador balance fue presentado por las directivas de
la institución, que prefirieron les fueran omitidos sus nombres. “Diariamente
cancelan estudiantes por alguna razón. El 90% cancelan por razones que atizan
la violencia”, señaló un funcionario del colegio.
Para realizar estas estadísticas los directivos han indagado
a los padres y los estudiantes, que cancelan matrícula, sobre las razones
reales por las que abandonan el plantel educativo.
El problema “es generado por amenazas a las familias o a
algún integrante de la familia, por miedo a cruzar las fronteras ilegales y, a
esas mismas razones de amenazas y miedos, hay que agregarle una situación de
órdenes directas que reciben algunas familias para desalojar sus viviendas. Ese
es el 90%, nueve de cada 10 estudiantes nos manifiestan eso. A dónde se van, la
gente no nos dice”, reveló el funcionario.
A estas situaciones podría sumarse la baja asistencia a
clases, en algunas fechas, a causa de los enfrentamientos armados entre combos
del sector. Aunque esta problemática, afirman las directivas, ha sido denunciada
ante las autoridades, hasta el momento, al parecer, las medidas no han sido
suficientemente efectivas.
“Ocasionalmente hay un servicio de patrulleros de la
policía que dan vueltas por la zona. En cuanto a la Secretaría de Educación, la
secretaria y la vice alcaldesa no se cansan de decir que a la gente le gusta
cambiar de colegio, que la gente no deserta sino que cambia de colegio porque
les gusta cambiar de domicilio y, en atención, la Secretaría siempre manda a un
compañero de convivencia, Fernando Betancur, a que capotee todos los problemas pero
no hay poder de decisión”, denunció el funcionario.
Lo que sí destacan las directivas, es la implementación
de un transporte escolar que beneficia a cerca de 600 estudiantes de los
sectores La Loma, El Salado y La Caseta; gracias a este servicio, aseguran, la
situación no ha sido peor.
Sin embargo, desde hace un tiempo la institución
educativa solicitó acompañamiento de las autoridades en las rutas de buses, lo
cual no ha sido posible. El año pasado, relató el funcionario, ocurrió un caso
en el que un bus fue detenido por un grupo de jóvenes que obligó a descender del
vehículo a algunos estudiantes para intimidarlos.
La agencia de prensa del IPC buscó a la Secretaría de
Educación de Medellín, Luz Elena Gaviria, para conocer las acciones que, frente
a este problema, viene realizando su dependencia, sin embargo hasta el momento
no se ha recibido una respuesta de su parte.
Pero también en la comuna 8, oriente de la ciudad, se
viven situaciones similares donde la violencia generada por los grupos ilegales
vulnera el derecho a la educación. En ese sector estudiantes y docentes han
sido víctimas de agresiones por parte de los combos.
En
desarrollo…
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