El
22 de octubre de 2012 se reanudará en Medellín la audiencia de formulación de
cargos al ex jefe paramilitar Ramiro Murillo Vanoy, alias “Cuco Vanoy”, extraditado
en junio de 2008 a Estados Unidos. En la primera parte de la diligencia el ex
comandante del Bloque Mineros de las AUC aceptó los 98 cargos formulados hasta
ahora en su contra. Los hechos incluyen seis masacres en Antioquia, entre ellas
las de Las Granjas, El Aro y Peque.
Las
masacres en las que la Fiscalía estableció la responsabilidad de Murrillo
Vanoy, ocurrieron entre 1990 y 2004, dejando un saldo de 56 personas muertas,
en su mayoría señaladas por los paramilitares como auxiliadoras de la
guerrilla.
“Cuco
Vanoy” tiene 3 mil 522 víctimas acreditadas ante la Fiscalía 15 de la Unidad de
Justicia y Paz y en total el ente acusador le formulará 192 cargos por delitos como:
homicidio agravado con fines terroristas, secuestro simple, tortura, hurto
calificado, desaparición forzada, creación de escuelas paramilitares y
desplazamiento forzado.
A
Murillo Vanoy también se le atribuye el reclutamiento de 360 menores de edad en
el Bajo Cauca Antioqueño, de los cuales 35 fueron entregados al Instituto
Colombiano de Bienestar Familiar después de la desmovilización del Bloque
Mineros.
Entre
los primeros 32 hechos que aceptó “Cuco Vanoy”, en audiencia del 12 de
septiembre, se encuentran cuatro masacres cometidas por hombres bajo su mando
en: Puerto Bélgica, Las Juntas, La Granja y Medellín.
De
acuerdo con el relato de la Fiscal 15 de la Unidad de Justicia y Paz, Patricia
Hernández, la masacre de ocho personas del corregimiento Puerto Bélgica de
Cáceres, Bajo Cauca Antioqueño, ocurrió el 15 de diciembre de 1990. Ese día en
horas de la madrugada, 20 hombres armados irrumpieron en el comando de policía
del corregimiento para asesinar al inspector, Apolinar Rivera Trespalacio, a
quien señalaban de ser colaborador de las FARC.
Los
paramilitares también asesinaron a la esposa y el padre del inspector, a su
secretaria y al cónyuge de ésta. Tras salir del comando los hombres de Murrillo
Vanoy asesinaron a otras dos personas que transitaban por la calle, acusándolas
de ser auxiliadoras de la guerrilla por deambular por el corregimiento a altas
horas de la madrugada.
Finalmente
el grupo armado llegó hasta la casa del carnicero Bernardo Gaviria a quien
también acusaron de ser colaborador de las FARC. El comerciante fue sacado de
su vivienda y asesinado en la esquina de su negocio.
Prosiguiendo
con la formulación de cargos, la Fiscalía argumentó la responsabilidad de “Cuco
Vanoy” en la masacre de cuatro personas ocurrida en la vereda Las Juntas del
municipio de Valdivia, Norte de Antioquia, el primero de abril de 1996.
Durante
la incursión en la vereda Las Juntas los paramilitares, quienes se hicieron
llamar “Los Mochacabezas”, retuvieron a cuatro personas que fueron torturadas y
luego asesinadas. Además le advirtieron a la comunidad que acabarían con los
colaboradores de la guerrilla.
De
acuerdo con el relato del ente acusador, el múltiple crimen fue perpetrado por
hombres de Murrillo Vanoy que tenían la misión de liberar a un hijo del
empresario antioqueño, Gustavo Upegui López, al parecer secuestrado por la
guerrilla.
Vale
recordar que Upegui López, quien era accionista mayoritario del Envigado Fútbol
Club, fue investigado en 1998 por la presunta conformación de grupos armados
ilegales, pues se le acusaba de tener nexos con “La Oficina” de Envigado. El
empresario fue asesinado el 3 de julio de 2006, en su finca de recreo en el
municipio de San Jerónimo, Occidente Antioqueño.
La
siguiente masacre, en la que la Fiscalía estableció responsabilidad de Murrillo
Vanoy, ocurrió el 11 de julio de 1996 en el corregimiento La Granja del municipio
de Ituango, Norte de Antioquia. Hasta este poblado del Norte de Antioquia llegaron
22 paramilitares que obligaron a cerrar los establecimientos abiertos al
público y, de manera selectiva, mataron a cinco personas acusándolas de ser
auxiliadoras de la guerrilla.
Una
de las víctimas fue el profesor, Jairo de Jesús Sepúlveda Arias, quien fue retenido el 11 de julio.
Su cuerpo apareció al día siguiente, con cuatro impactos de bala, en un paraje
de la carretera que conduce de Ituango hacia Medellín.
Finalmente
“Cuco Vanoy” aceptó los cargos como responsable de la masacre de cuatro
personas en la Unidad Parques del Estado, contigua a la sede de la Cuarta
Brigada del Ejército en Medellín. En este operativo, según la Fiscalía, habrían
participado miembros de la fuerza pública, como lo declaró el ex jefe
paramilitar en versión libre.
Los
hechos ocurrieron el 28 de febrero de 2004. Ese día tres presuntos miembros de
la Cuarta Brigada ingresaron a dicha unidad residencial y en el apartamento 916
del bloque 4 asesinaron a Fredy Hernán Berrío Torres, Oscar Peñaranda Ortiz,
Rafael Arias Arias y Jesús Antonio Carvajal Mazo.
El
asesinato de estas cuatro personas se habría originado porque Fredy Hernán
Berrío, quien presuntamente compraba base de coca en el Bajo Cauca Antioqueño,
se habría negado a pagarle una multa de 460 millones de pesos a “Cuco Vanoy”.
La sanción le habría sido impuesta por sacar droga de la región, sin autorización
del ex jefe paramilitar.
El Aro y Peque
Torturas,
desplazamientos, secuestros, robo de ganado y asesinatos con arma blanca o
elemento contundente, son algunos de los delitos que tienen en común las
masacres de El Aro y Peque, sobre las cuales “Cuco Vanoy” aceptó su
responsabilidad en la audiencia del 19 de septiembre de 2012 en Medellín.
Según
reportó la Fiscal 15 de la Unidad de Justicia y Paz, en la masacre del
corregimiento El Aro del municipio de Ituango, Norte de Antioquia, participaron
diferentes bloques paramilitares, entre los cuales había 50 integrantes del
Bloque Mineros enviados por Murillo Vanoy.
En
esta masacre ocurrida entre el 22 y el 31 de octubre de 1997, los paramilitares
mataron a 16 personas, de las cuales algunas fueron torturadas y asesinadas con
machetes o elementos contundentes. Uno de los crímenes más atroces fue el de
Marco Aurelio Areiza, un comerciante de 64 años a quien, luego de asesinarlo,
le cercenaron los genitales y le sacaron los ojos, según el informe de la
necropsia presentado por la Fiscalía.
En
la incursión al corregimiento los paramilitares también violaron a cuatro
mujeres y secuestraron a 19 hombres quienes fueron obligados a arriar el ganado
que les robaron a los campesinos. Además, durante la retirada, le prendieron
fuego a varias viviendas del lugar. Estos hechos originaron el desplazamiento
de mil 475 habitantes de El Aro, de los cuales 234 denunciaron el hurto de
reses y otros bienes de su pertenencia.
Varias de estas situaciones se repitieron en la masacre de Peque, en el
Occidente Antioqueño. Para esta incursión, en la que también participaron
varios bloques paramilitares, “Cuco Vanoy” habría dispuesto a 800 hombres bajo
su mando, comandados por Wilson Mejía Selgado, alias “Picapiedra”[i], y Roberto Vargas
Gutiérrez[ii], alias “Gavilán”, entre
otros.
En el relato de los hechos, la Fiscal 15 de Justicia y Paz reveló que la
masacre de Peque al parecer se perpetró porque a los hermanos Castaño
–fundadores de las autodefensas en Urabá- se les habían hurtado 3 mil 500 reses
de sus fincas en Córdoba. Según la información de los paramilitares ese ganado
habría sido robado por la guerrilla y llevado hasta Peque.
Durante la incursión paramilitar a este municipio, ocurrida entre el 3 y el
8 de julio de 2001, fueron asesinadas 10 personas, entre ellas un menor de
edad; secuestrados 52 hombres fueron secuestrados y desplazadas 2 mil 155 personas, de las cuales
34 denunciaron el hurto de ganado y bienes.
El primer homicidio ocurrió en el sitio La Meseta donde fue asesinado Joan
Antonio Ortiz Tuberquia. Al día siguiente, el 4 de julio, el grupo de
autodefensas ingresó al casco urbano de Peque, donde reunión a la población y
seleccionó a 52 hombres que fueron utilizados para arrear el ganado. Dos de
estos arrieros, un menor de edad y Carlos Alberto Oquendo, serían asesinados
durante la retirada paramilitar.
Ese día fue asesinado Francisco Antonio Higuita Higuita, quien se dirigía
del corregimiento Los Llanos hacia Peque cuando interceptado por los
paramilitares que lo obligaron a cargar varias maletas para luego matarlo, en
el sector Las Partidas, golpeándolo con elemento contundente.
Una de las escenas más terroríficas que se vivieron en Peque, ocurrió el 5
de junio, cuando el grupo armado realizó un “pasillo de la muerte”, conformado
por dos filas de paramilitares en medio de las cuales debían caminar los
habitantes. Al final del “pasillo” había un encapuchado que señalaba a los
presuntos auxiliadores de la guerrilla, quienes luego eran asesinados.
Ese mismo día, en la vereda Las Faldas, torturaron y asesinaron a los
hermanos Reinel de Jesús y Miguel Ángel Higuita Cano, quienes fueron
extrangulados. En esa misma vereda fue encontrado, el 10 de julio, el cadáver
de Marcos Alberto Gómez Chavarro, que presentaba heridas de arma blanca y
cercenamiento de la lengua.
Los
cargos por ésta, y por las otras masacres, fueron aceptados por Murillo Vanoy
durante la audiencia de formulación de cargos realizada los días 12 y 19 de
septiembre en Medellín, a través de video conferencia. Esto debido a que el ex
jefe paramilitar permanece recluido en una cárcel de Miami, Estados Unidos,
donde purga una condena de 24 años de prisión por narcotráfico.
De
acuerdo con la agenda programada por el magistrado de Justicia y Paz, Olimpo Castaño,
la formulación de cargos a “Cuco Vanoy” debería terminar entre los días 22 y 23
de octubre, para iniciar con la imputación el miércoles 24 de octubre.
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