La
detonación de un explosivo contra una vivienda y la captura de un hombre que ocultaba
71 granadas de fragmentación, revivieron el temor de algunos habitantes de
Caucasia, Bajo Cauca Antioqueño, de que puedan reactivarse los enfrentamientos
entre “Los Rastrojos” y “Los Urabeños”, que entre 2010 y 2011 se caracterizaron
por los ataques con granadas.
Un
líder civil de esa población manifestó que al parecer se rompió el pacto que desde
noviembre de 2011 había entre estas dos bandas criminales y afirmó en los
últimos días han ocurrido desapariciones de moto taxistas y asesinatos de
personas que se niegan a pagar extorsiones.
Contrario
a esto, el alcalde de Caucasia, José Nadin Arabia Abisaad, entregó un parte de
tranquilidad, expresando que no existen riesgos de que se reactiven los
enfrentamientos entre bandas criminales y asegurando que en su municipio no ha
habido graves alteraciones del orden público.
”En
el barrio Villa Granda no hubo un atentado, sucedió una cuestión aislada que
sucede en cualquier municipio del mundo, o sea, una persona tiró un artefacto
ahí que ni siquiera hizo daño a la vivienda ni lesionó a nadie. Hay gente loca
en todas partes, son cosas totalmente aisladas a problemas de inseguridad”,
explicó el mandatario local refiriéndose al explosivo que presuntamente fue
lanzado contra una vivienda, el jueves 13 de septiembre.
Sobre
este hecho el líder civil indicó que en la casa donde fue lanzado el explosivo “vivía
la esposa de un balastrero que fue asesinado hace casi un mes en las partidas
para Caracolí. Ahí también vivían la sobrina y el hijo del difunto y al parecer
el atentado iba dirigido contra uno de ellos dos.”
Pero
el comande de Policía del Bajo Cauca, coronel Álvaro Cardoso Díaz, informó que
“no se ha podido establecer si en el barrio Villa Granda estalló una granada.
Ya estableceremos que pasó, porque sí se nos hace raro que estalló y no hubo
heridos.”
Sin
embargo el oficial confirmó que en la región hay presencia de bandas criminales
y reveló que las autoridades están realizando labores de inteligencia y planes
de registro, para controlar los homicidios y el uso de armas de fuego.
Mediante
estos operativos, el lunes 17 de septiembre en un hotel del centro de Caucasia,
la policía capturó a un hombre que tenía 71 granadas de fragmentación, 790
cartuchos para fusil calibre 5.56 mm y dos uniformes camuflados.
De
acuerdo con la información entregada por el comandante de la Regional 6 de la
Institución, general José David Guzmán Patiño, el armamento pertenecía a la
banda “Los Urabeños” e iba a ser “utilizado para atentar contra los integrantes
de la banda criminal a la cual se están enfrentando y contra la población civil
y la fuerza pública.”
El
general Guzmán aclaró que el arsenal tenía como destino el Nordeste Antioqueño
pues, según él, la problemática de bandas criminales se trasladó del Bajo Cauca
hacia esa subregión. “Tenemos un desplazamiento de 'Urabeños'
que van hacia el Nordeste donde hay una facción de 'Rastrojos'.
Estos últimos se han unido con el ELN, y también con las FARC en algunos
sectores, y están enfrentando a 'Los
Urabeños'.”
Pero
el líder civil de Caucasia aseguró que “Los Rastrojos” están tratando de ingresar
al Bajo Cauca por la vía que comunica a Zaragoza con el municipio de Segovia, en
el Nordeste Antioqueño. “Ellos vienen guerreando porque vea que en El Bagre, en
Zaragoza y en Tarazá la cosa está delicada, y en Caucasia el problema intenta
volver.”
Esta
situación se habría originado porque en el Bajo Cauca se rompió el pacto de no
agresión que había entre “Rastrojos” y “Urabeños”, el cual no se había
consolidado en el Norte Antioqueño, donde nunca cesaron los enfrentamientos
entre ambos grupos.
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