Alegres y satisfechos se sienten los
habitantes de Marinilla, con la decisión de la Corporación Autónoma Regional
Rionegro Nare (CORNARE) de negarle la licencia ambiental a la empresa de
químicos NOPCO, la cual pretendía abrir una planta de producción en esa
población del Oriente Antioqueño. La compañía presentará recurso de reposición
y de resultar afectada en segunda instancia interpondrá una millonaria demanda
contra el municipio.
De acuerdo con el veredicto de la
corporación autónoma regional, la empresa “NO cumplió con la totalidad de los
requisitos establecidos en los términos de referencia entregados por la
Corporación, ni de los requerimientos realizados por CORNARE (…) adicionalmente
la actividad NO es compatible con los usos del suelo para el sitio donde se
pretende desarrollar el proyecto, (…) por lo tanto no es factible otorgar
licencia ambiental para el proyecto de Industria Química NOPCO Colombiana
S.A.”
Y aunque no ocultaron que la
expectativa por la decisión que tomaría CORNARE era grande, los opositores del
proyecto siempre sintieron un aire de triunfalismo porque para ellos el fallo no
podía ir contravía del Plan de Ordenamiento Territorial. Así lo afirmó Albeiro
Ramírez, un promotor de las movilizaciones ciudadanas contra NOPCO, quien
expresó que “la comunidad ha sido consciente de que en el POT, esa empresa,
solamente por ser de químicos, no podía asentarse en Marinilla.”
Por esa razón los opositores no
sienten temor frente la eventual demanda que podría interponer NOPCO contra el
municipio de Marinilla, pues la compañía ya había edificado su planta, amparada
en la licencia de construcción que le otorgó la anterior administración, y lo
único que requería para entrar en funcionamiento era el permiso ambiental que
debía otorgarle CORNARE.
La planta de 3 mil 235 metros
cuadrados, fue construida en el sector Belén Norte y demandó una inversión
cercana a los 11 mil millones de pesos. Sin embargo, la nueva administración municipal
le planteó a CORNARE que no había suficiente claridad sobre la forma como se
otorgó la licencia de construcción para edificar una planta de químicos en una
zona urbana donde, de acuerdo con el POT, están prohibidas este tipo de
industrias.
Así lo explicó el
actual secretario de Planeación Municipal, Juan Fernando Gómez, quien expresó
que “haciendo una revisión de la actividad industrial que tiene la empresa
Nopco y haciendo la comparación con los usos del suelo, estipulados por el
(POT), nos dimos cuenta que era incompatible. En este momento estamos
investigando a fondo que fue lo que pasó.”
Juan Javier Gómez, ex
candidato a la Alcaldía de Marinilla, y uno de los opositores del proyecto,
señaló que al parecer hubo inconsistencias cuando se le otorgó la licencia de
construcción a NOPCO y reveló una situación que, para él, resulta muy extraña.
“Una técnica, Martha Isabel Taborda, le
entregó un documento al entonces Secretario de Planeación diciéndole que la
empresa no podía estar ahí. Igualmente, en su momento, un técnico de
Agricultura hizo lo mismo y, a través de un memorando, les advirtió al señor
Francisco Ramírez, quien era el Alcalde, y a Adriana Tamayo, su secretaria de
Gobierno, que la compañía no podía estar ahí. Curiosamente después, el 6 de
septiembre de 2011, el secretario de planeación de la época le otorgó la
licencia de construcción con usos del suelo para c2 –industria pesada-”, aclaró
Juan Javier Gómez.
Vale anotar que con base en el código CIIU (Clasificación Industrial
Internacional Uniforme) la empresa NOPCO es categoría c1, de alto riesgo
ambiental, lo cual le impediría asentarse en el sector de Belén, donde se
construyó la planta, porque se trata de una zona urbana en la que sólo se
permiten industrias hasta la categoría c2.
El secretario de
Planeación Municipal, Juan Fernando Gómez, confirmó que, en su momento, “si
existieron dos observaciones técnicas que recomendaban no instalar la empresa
allí”, sin embargo aclaró que se trató de documentos no formales, los cuales no
ingresaron al proceso mediante el cual se expidió la licencia de construcción.
Todos los implicados en este proceso:
la empresa, la Alcaldía, el Concejo Municipal y la comunidad, aportaron sus
pruebas e hicieron sus denuncias ante CONARE, durante la audiencia pública que
se realizó el pasado 8 de agosto, cuando cerca de tres mil personas marcharon
desde Marinilla hasta la sede la corporación autónoma, en el municipio de El
Santuario, para pedir que le negaran el permiso ambiental a la empresa de
químicos, como efectivamente sucedió.
A través de su derecho al recurso de reposición
NOPCO espera demostrar que ha cumplido con todos los requisitos, para de esa
manera obtener la licencia ambiental en la decisión de segunda instancia. De
ratificarse la negativa de CORNARE, la empresa evalúa la posibilidad de
interponer una millonaria demanda contra el municipio.
Así
lo explicó el gerente financiero de NOPCO, Carlos Santiago Díez. “El recurso de
apelación que estamos estructurando para ser presentado básicamente tiene tres
temas: el primero es sobre una documentación que efectivamente se presentó y
que ahí dice que no se entregó, entonces vamos a comprobar que eso sí fue
entregado. El segundo es que hay otra información que nunca se exigió en los
requerimientos originales y que ahora están diciendo que no se entregó. Y el
tercero es que se habla de que no se cumple con el POT, cosa que no es
competencia de CORNARE sino que tiene que ver con el municipio de Marinilla,
porque tiene que ver es con la licencia de construcción y el uso del suelo, y
en ese aspecto nosotros tenemos la licencia de construcción vigente hasta julio
de 2013.”
El
gerente financiero de NOPCO reveló que “en este momento se está elaborando todo
el plan de la demanda que se va a instaurar contra el municipio por estos
hechos”, y agregó que “si dentro de todo este proceso hay lugar a una
conciliación y a un acuerdo que le permita a NOPCO seguir avanzando en su
proceso de operación, pues estamos dispuestos a llegar a ese acuerdo sin
necesidad de llegar a las últimas instancias, si por el contrario eso no se da,
pues llegaremos a las últimas instancias jurídicas.”
Frente
a este anuncio el concejal de Marinilla, Félix Giraldo, evocó el adagio según
el cual “lo que empieza mal termina mal.” El edil afirmó que “desde que
empezaron el proceso lo hicieron mal y estos son los resultados. La misma
negativa de la licencia indica que no tuvieron todos los procesos en forma. Por
eso si hay una demanda contra Marinilla creo que el municipio tiene todos los
argumentos jurídicos y técnicos para defenderse. Ya tendrían que proceder
contra las personas que, al parecer por debajo de la mesa, les dieron los
permisos.”
Para
Juan Javier Gómez, la demanda de la empresa “tampoco nos preocupa porque ellos
no tenían nada, simplemente tenían una solicitud y construyeron sin los
permisos reglamentarios; y el hecho de que demanden no indica que van a ganar.”
Al respecto, Albeiro Ramírez manifestó
que “la parte jurídica la manejan las autoridades, lo que nos corresponde a
nosotros, los ciudadanos, es velar por los intereses de la comunidad y eso es
lo que hemos estado haciendo. O sea que si demandan o no, eso no es culpa de
nosotros, y si al pueblo le toca pagar por eso, pues las consecuencias las
tendrá que sufrir quién haya participado en esta situación.”
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